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CASA DE LIDI: LA HISTORIA FAMILIAR QUE DIO SU ORIGEN

CASA DE LIDI

Casa de Lidi es una vivienda colaborativa que destina sus instalaciones para realizar actividades que promuevan la recreación, el encuentro personal con Dios, el desarrollo integral de las personas, la transformación interior de las empresas, y el servicio comunitario.

Su propósito es “ser un lugar de encuentro, conocimiento y oración que sirva a Dios y transforme el interior de las personas y empresas, valorando la dignidad humana y el amor a la naturaleza, viviendo la alegría, esperanza y creatividad”.

Siendo fiel al concepto de casas colaborativas se busca usar de forma real, eficiente y sostenible cada espacio útil, con la finalidad de crear una comunidad de personas que provoquen un ambiente positivo que mejore la calidad de vida de su alrededor.

 

HISTORIA


Casa de Lidi es el hogar de Xavier Macero Carrasco y Geovanna Torres Franco. Lleva ese nombre en memoria de Lidia Carrasco Chávez, mamá de Xavier Macero. Trabajadora Social de profesión, profesora de la Universidad Laica y mujer emprendedora de vocación, le gustaba mucho servir a los más pobres. La familia y seres queridos siempre usaban el nombre de Lidi para referirse a ella cariñosamente. 

XAVIER y LIDI

Xavier representa la tercera generación de la familia Carrasco, una familia proveniente de la ciudad de Riobamba, conformada en su primera generación por Luis Carrasco y Juana Chávez. Ellos fueron comerciantes, mayoristas de frutas y verduras en el antiguo mercado Pedro Pablo Gómez de Guayaquil. Sus hijas fueron Piedad, Marina y Lidia Carrasco Chávez.
 
En mayo de 1967 Piedad compró dos terrenos en una lotización ubicado en la antigua hacienda de Mapasingue. Ella fue a vivir al lugar junto a sus hijos. El sitio estaba prácticamente deshabitado, lleno de monte y manglar. Por ese tiempo cada uno de los terrenos se rellenaba con lo que se podía, pues el lodo era muy denso y casi no se contaba con servicios básicos.

Luis Carrasco al poco tiempo acompañó a su hija a vivir en el terreno adquirido. Ambos instalaron unas mesas de billares en el lugar. Fue un lugar muy concurrido por los vecinos. Con el paso del tiempo el negocio de los billares fue decayendo. Al percatarse de la situación, vieron la oportunidad de instalar un soda bar con juegos de futbolín. Los batidos y tostadas que se vendían fueron una predilección. Piedad era conocida como la Sra. Piedad.

La vida por ese tiempo fue muy dura, pues todo quedaba lejos y las vías de acceso a penas se estaban construyendo, sin embargo la fe en Dios, la constancia, el trabajo duro y la cordialidad con los vecinos permitieron salir adelante. El servicio que se hacía a través de los negocios permitió tener el aprecio de todos. Piedad se casó con Alonso Calero. Tuvieron 4 hijos: Patricia, Mayra, Azucena y Alonso Calero Carrasco.

Al poco tiempo de comprar Piedad sus terrenos, el esposo de su hermana Marina, Héctor Sandoval, compró un terreno contiguo con las mismas dimensiones del terreno grande de Piedad. Para Marina y Héctor el lugar fue considerado como un lugar de descanso, pues su hogar lo tenían en la ciudadela Nueva Kennedy. Amante de las plantas sembró mangos y cocos a lo largo de su terreno. La vegetación preponderante y la tranquilidad que se percibía fue lo que más valoraron. Los moradores de Mapasingue conocían a Marina como la Sra. Marina, y a Héctor como Don Héctor.



LA FAMILIA

Los años pasaron y el lugar iba progresando paulatinamente. Los servicios básicos llegaron, el municipio rellenó las calles y la población aumentó. Los terrenos de la familia se mantuvieron unidos, no hubo una pared que dividiera la propiedad de Piedad y Héctor, lo cual permitió crear un complejo familiar muy amplio lleno de árboles de mangos y mucha vida.


Los terrenos se usaron principalmente para unir a la familia a través de reuniones. En los recuerdos de la familia siempre está presente la fritada, humitas, caldo de salchicha, fanesca, o la colada morada que Marina y Piedad hacían en fechas espaciales como el Día del Padre, Día de la madre, Semana Santa, un cumpleaños o por cualquier pretexto que se les ocurriese. Lo importante siempre fue compartir y fomentar el cariño, respeto, amor, consideración y unión entre todos. Héctor y Marina tuvieron 3 hijos: Cecilia, Mercy y Ramiro.


LA FRITADA

Luis Carrasco, al ver que el lugar servía de unión para sus dos hijas: Piedad y Marina, quiso que su tercera hija también tuviese un espacio dentro de todo ese complejo familiar. Así que pidió a su hija Piedad que vendiera una parte de su terreno a su hermana Lidia. Ella aceptó y se construyó una casa en la parte de atrás de su terreno grande. De esta forma, cada una de las tres hermanas tenían propiedad dentro del conjunto familiar conformado y el sueño de Don Luis de tener un lugar donde las tres hermanas puedan vivir y estar unidas pudo ser cumplido. Este sueño fue el principio de vida de las tres hermanas, quienes a lo largo de su vida inculcaron a todos sus hijos mantener la unión, ayuda y cordialidad entre todos los primos.



Los años pasaron y Cecilia, la hija mayor de Marina, creció. Ella se graduó de médico y se casó con William Oliveros. Marina junto a Héctor buscaron la forma de que tanto Ceci como William puedan ejercer su profesión de forma privada. Viendo la amplitud del terreno en Mapasingue decidieron construir un pequeño consultorio en el lugar. Marina decidió hacerlo del lado del terreno de su hermana. En 1985 se construyó un pequeño consultorio con una pequeña farmacia. William atendía a los pacientes enfermos y Cecilia se encargaba de vender los medicamentos. El lugar tuvo mucha aceptación y las personas concurrían con confianza. Sin embargo, al cabo de poco tiempo William y Cecilia tuvieron que dejar el consultorio, pues se les presentó la oportunidad de especializarse en Argentina. El negocio fue vendido a Patricia, quien se lo dejó a su mamá Piedad para que continuara con la atención. 


La farmacia de Piedad se llamó Para Todos. Fue muy próspera. Se convirtió en un lugar de encuentro obligado para los moradores de Mapasingue Oeste, pues ahí podían encontrar de todo: medicamentos, artículos de bazar y alquiler de teléfono fijo. La enorme concurrencia hizo que Piedad fuera conocida por todo el sector como la “doctorita”. Los clientes iban con fe a la farmacia porque sabían que ahí podían encontrar remedio para sus dolencias.


La farmacia sirvió además de centro de reunión para la organización de otras iniciativas. Una de ellas fue el club de “Unión de Barrios Asociados” (UBA). Un club que tenía como objetivo unir a los vecinos y animarlos para realizar mingas, campeonatos y fiestas en las celebraciones de Guayaquil en Julio y Octubre. 


En 1992, Lidia la hermana menor llegó a vivir con su hijo Xavier a la casa que construyó junto a su papá Luis Carrasco en el terreno vendido por su hermana Piedad. En un principio, a Lidia le costó mucho adaptarse al cambio que implicaba vivir en Mapasingue, pues las costumbres y estilo de vida eran muy diferentes al vivido junto a su hermana Marina.



Mapasingue Oeste por esos años era un lugar no tan seguro. Las calles eran polvorientas. Había servicios sanitarios, pero ningún servicio de transporte recorría por el lugar. Se debía caminar un largo trecho para llegar a casa. No obstante, la compañía y consejos que le transmitía su hermana Piedad hizo que Lidia se adaptara y pudiera realizar su vida con normalidad.

En un inicio el trato que Lidia tenía con los vecinos era muy superficial, pues compartía con ellos en la medida que iban a la farmacia, lugar donde pasaba por las noches acompañando a su hermana Piedad. Con el tiempo Piedad animó a Lidia a abrir un Minimarket en uno de los locales que tenía disponible. Lidia aceptó y lo abrió en 1994. La experiencia le sirvió para conocer a la comunidad y ser identificada por ellos. El negocio duró sólo 2 años porque el trabajo resultó ser extenuante e iba teniendo repercusiones en la salud de ella.


A Piedad le gustaba mucho la tradición de los nacimientos. Cada año, en las vísperas de Navidad, armaba un nacimiento muy grande al pie de la farmacia. Lo hacía con la intención de enseñar a los niños la alegría que representaba el nacimiento del Niño Jesús.


Desde 1990 tuvo la iniciativa de reunir 10 niños y realizar las posadas durante los nueve días previos al nacimiento de Jesús. Lidia al ver esa iniciativa se unió junto a su hermana. Ella sugirió que en lugar de rezar las posadas en la farmacia, lo hicieran en cada una de las casas que estaban en el complejo familiar, de tal manera que los niños un día pidieran posada y rezaran la novena en casa de Piedad y otro día lo hicieran en casa de Lidi. Piedad aceptó y con los años se convirtió en una tradición a la que se unieron las familias que alquilaban las dos casas construidas en el terreno de Marina. La tradición de las posadas se mantiene en la actualidad donde cerca de 60 niños del sector viven la experiencia de la Novena Navideña.


LA NOVENA NAVIDEÑA


La farmacia cerró sus puertas en 1999. Tras el cierre hubo un tiempo donde los negocios por el lado de Piedad cesaron. La crisis que el Ecuador vivía por ese tiempo contribuyó a esa realidad. Los hijos de Piedad, excepto Mirian, hicieron su vida fuera del barrio. Todos asistieron a la universidad y se casaron. Azucena se quedó viviendo en Mapasingue junto a su esposo y dos hijas: Azucena y Cinthia Caicer Calero. Mirian era conocida en el barrio como la Sra. Cheny. Ella vivía del alquiler de los locales.

Ramiro, hijo menor de Marina decidió emprender en el lugar. En el 2000 abrió un negocio de videojuegos en uno de los locales que se adecuó en el lado de sus padres. La iniciativa tuvo aceptación pero sólo duró cerca de 1 año.



Piedad falleció el 25 de noviembre del 2002. Fue un suceso sentido por muchas familias del sector, pues el cariño que le tenían a “Mama Pía” era inmenso. Sus consejos, su compañía y su ayuda hicieron que muchos jóvenes del lugar puedan tener una vida sana y alcanzar negocios propios, convirtiéndose en personas de bien para el barrio.


Lidia continuó viviendo en su casa junto a Xavier, quien para el 2002 ya se había graduado del colegio Javier y cursaba el segundo año de Ingeniería Comercial en la ESPOL.  

La vida transcurría. Lidia en su tiempo libre pasaba muchos momentos junto a su sobrina Mirian. Entre ambas hubo mucha cercanía. Y siempre se ayudaban mutuamente ante cualquier necesidad que se presentase.


En el 2004, Marina junto a su hija Mercy deciden abrir un asadero de pollos en Mapasingue. El local se construyó junto al antiguo local de videojuegos que tuvo Ramiro. Ese mismo año, el local vacío de videojuegos fue alquilado a Alcides Marcillo. Él se dedicó al negocio de encebollados. Mercy mantuvo el negocio del asadero hasta mediados del 2006. Luego fue alquilado, pero no prosperó y se cerró a finales de ese mismo año. Después de dos años el local de asadero fue nuevamente abierto por Alcides Marcillo, quien con el paso del tiempo compró toda la propiedad de Marina.


Xavier, el hijo de Lidia, fue un muy buen alumno en la universidad. Estudió becado toda su carrera por su excelente rendimiento académico. Se graduó como mejor estudiante de Ingeniería Comercial en el 2004. Su historia de vida universitaria fue plasmada en una página web que puso a concursar en la IV Campaña de Valores Ecuador Triunfador de Premios NOBIS. El ejemplo de vida mostrado, los reconocimientos alcanzados y la referencia de los profesores sirvieron para ganar la categoría de Trabajo Tenaz. Este premio convenció a los directivos de la ESPOL de ese entonces a otorgarle una beca de estudios para cursar el Máster de Gobierno y Cultura de las Organizaciones en la Universidad de Navarra en Pamplona, España.


PREMIACIÓN EN CAMPAÑA ECUADOR TRIUNFADOR

Graduado como Máster en Gobierno y Cultura de las Organizaciones, Xavier empezó a trabajar en la ESPOL como profesor desde octubre de 2005. En el 2006 ingresó a trabajar en la Universal. Ahí encontró su amor por el chocolate.


El tiempo había pasado y Mapasingue Oeste, pese a seguir siendo un barrio popular, había progresado, el lugar se tornó céntrico, de fácil acceso, y cerca de las mejores escuelas, colegios y universidades de la ciudad. La seguridad mejoró, las vías de acceso ya fueron pavimentadas y el servicio de transporte ya pasaba por el lugar. El gasto de vida era muy bajo y se veía perspectivas de progreso.


Viendo esto, Lidia junto a Xavier tomaron la decisión de quedarse. Entre ambos se estableció el compromiso de saldar sus deudas y empezar la reconstrucción de su casa de forma paulatina. Su propósito fue comprar la parte del terreno de Piedad que tras su muerte fue heredado a sus hijos.

Lidia fue una mujer muy luchadora, de corazón bueno y muy apegada a su familia. Tenía la costumbre de cada fin de semana visitarlos para saber cómo les estaba yendo. Visitaba mucho a su hermana Marina en su casa junto a su sobrina Mercy, así como también a su sobrina Patricia. En cada reunión familiar se esmeraba por hacer sentir bien a todos, incluir a quienes de cierta forma se habían apartado y mediar entre cualquier resentimiento que pueda haber con algún miembro. Persona divertida que tenía siempre una palabra de aliento, gustaba mucho compartir celebraciones y mantener su espíritu alegre. Amable en el trato, siempre cuidaba de dar la mayor calidez a toda persona que la visitaba.


No obstante, su vida no fue de color de rosas. Sus luchas personales, desilusiones y sufrimiento provocaron que su corazón se vacíe en un momento de su vida. Ciertamente el compartir familiar le ayudaba a revitalizarse, pero un sentimiento de vacío siempre quedaba. Fue entonces cuando el toque de Dios llegó a su vida.

En el 2005 por cosas del destino conoce el grupo de oración del Corazón de Jesús en la Iglesia de la Merced. Su encuentro con Dios a través de ellos fue profundo. La fe en Lidia fue creciendo y de a poco su devoción al Corazón de Jesús se hacía más presente. Participó de las procesiones y no dejó de estar en cualquier acto espiritual que ahí se organice. 


LIDIA JUNTO AL CORAZÓN DE JESÚS

En la iglesia Santa Teresa de Jesús de Mapasingue Oeste conoce a Zulemita. Señora mayor, que había dedicado muchos años a servir en la parroquia. Zulemita era la única Ministro de la Comunión que por ese tiempo existía. Ella incentivó a Lidia a ser Ministro de la comunión para tratar de servir más de cerca a Dios. Por ese tiempo el Padre Henry Gallardo ingresaba como sacerdote en la parroquia.
 
El padre Henry animoso con las tareas pastorales, pidió a los miembros de los grupos escoger casas de dimensiones grandes donde se pueda realizar misas campales para los fieles de la parroquia. Dentro de esas casas, se escoge la casa de la familia.

Lidia con ayuda de su sobrina Mirian organizaron toda la logística de la misa. Luces, sillas, sonido, todo quedó listo para el evento. A la misa asistieron más de 100 personas. El padre bendijo el lugar y a la familia; y animó a Lidia a que sea parte de los grupos pastorales, y sirva directamente en las tareas que ahí se realicen.
 
La misa representó el primer acto litúrgico hecho en la casa y el inicio de un trabajo pastoral que emprendería Lidia de forma sigilosa. Fue una labor que ciertamente compartió dentro de la familia, pero que nunca fue comprendida su magnitud.
 
Por ese tiempo el Padre Henry organizó en la parroquia la conformación de grupos de oración que llevaran la devoción del rosario a las familias del sector durante los meses de mayo y junio a favor de María y el Sagrado Corazón de Jesús. En uno de los grupos participó Lidia. El grupo de oración persistió con el tiempo. Los integrantes siempre reconocieron el liderazgo, la perseverancia y devoción de ella. Para ellos, ella sigue siendo su líder y dado el cariño que le tuvieron en la actualidad se reconocen como el “Grupo de Oración de la Sra. Lidia”. Su tarea pastoral es muy valorada dentro de los habitantes de Mapasingue Oeste.

GRUPO DE ORACIÓN SRA LIDIA

La vida espiritual y de servicio pastoral iba creciendo con el tiempo en Lidia. En la parroquia Santa Teresa de Jesús se preparó como Ministro de la Comunión. Una vez a la semana tenía la tarea de recibir a Cristo eucaristía y llevarlo a varios enfermitos de la comunidad, que por la gravedad de sus dolencias no podían ir a la Iglesia a recibir la Santa eucaristía.

En la Iglesia participaba de la organización de bingos, verbenas y demás eventos. Motivaba a las personas a colaborar y a que asistan con alegría. Si veía que algo no era correcto dejaba de participar y se hacía a un lado. Nunca faltó el respeto a nadie y siempre ponía en raya a cualquier irrespetuoso que quisiera sobrepasarse con ella.

LIDIA JUNTO A SUS HERMANOS DE SERVICIO

Lidia siempre intentó transmitir el amor a Dios a su familia de manera sutil. Si alguien estaba enfermo, organizaba rosarios para pedir por su salud. Cuando daba un consejo personal invitaba siempre a que se acerquen a Dios. O en tiempos de navidad invitaba a tener un recogimiento espiritual sea a través de la oración o incentivando las posadas familiares.
 
En el 2010, Mirian con ayuda de su hermana Patricia instalaron una lavandería en el antiguo local de la Farmacia Para Todos. El local había sido readecuado por Patricia con la intención de abrir un bar – discoteca, un negocio que nunca se llevó a cabo. La lavandería se llamaba Trapitos y tuvo aceptación en el lugar. En él trabajaba Mirian junto a sus dos hijas. Estuvo abierto hasta el 2014.

El 25 de junio de 2014 Lidia se entera de una noticia muy dolorosa: los doctores le habían detectado cáncer al cuello uterino. Fue una noticia muy calamitosa que cuestionó mucho su ser. Se preguntaba constantemente cómo si sirviendo a Dios, estando entregada a su amor y siendo buena en ayudar a quien más lo necesita le pudo pasar eso. Fue un completo balde de agua fría que estremeció rotundamente la vida de Lidia.
 
En medio de su angustia y desolación, un día fue a la Catedral de Guayaquil a orar al Señor y pedir por su sanación. En ese lugar conoció a una monjita a quien le compartió su dolor. Ella le sugirió orar el Rosario a la Preciosa Sangre de Jesucristo, por el enorme poder de sanación que tiene cuando se lo hace con fe. Desde ese momento se interesó por el rosario y tomó la devoción de orarlo cada 25 de cada mes junto a sus amigas más cercanas.
 
Con el tiempo la gracia de Dios llenó de paz a Lidia. Comprendió que la voluntad de Dios va más allá del querer humano, y que si su enfermedad había aparecido tenía un significado que quizá en el momento no podía comprender. Su amor a Dios incrementó y cada día de su vida lo empezaba orando a Jesús, agradeciendo por un día más de vida. Ofrecía su tiempo a servirlo más y se comprometía a acompañarlo en oración en el Santísimo, una hora cada día.
 
El servicio pastoral nunca cesó, más bien tras la noticia de su cáncer aumentó. El nuevo padre de la parroquia Santa Teresa de Jesús, Padre Colin MacInnes, reconoció el espíritu de Lidia, su actitud de servicio y total entrega a Dios. Él le confío la responsabilidad de la coordinación del grupo de Solidaridad.
 
GRUPO DE SOLIDARIDAD

Solidaridad fue el proyecto insigne en la labor pastoral del Padre Colin. Consistió en organizar pequeños grupos encargados de recorrer víveres en las casas del sector, concentrarlos en la iglesia y ahí clasificarlos para armar fundas que iban a ser entregados a las familias más pobres de Mapasingue Oeste. La clasificación y entrega a las familias pobres se hacía los sábados y la recolección se hacía por sectores una vez a la semana. La selección de las familias beneficiadas la hizo el Padre Colin con ayuda de Lidia.
 
SOLIDARIDAD EN LA DESPEDIDA DEL PADRE COLIN

La vida de servicio de Lidia transcurría mientras Xavier poco a poco readecuaba la casa. Gracias a su trabajo de consultor pudo comprar el terreno que los hijos de Piedad heredaron. Las adecuaciones de la casa empezaron desde el 2010 y continuaban mientras la vida transcurría.
 
El servicio que Lidia realizaba no solo lo hizo con la Iglesia. En su casa también organizó espacios de oración y junto a su grupo de Oración, que para ese entonces ya no era parte de los grupos pastorales, transmitían la devoción del rosario a las familias del sector de forma independiente. Los integrantes del grupo de oración se convirtieron en los amigos más íntimos que Lidia tuvo en el sector. Con ellos celebraba su cumpleaños en casa y realizaba las fiestas del amigo secreto por Navidad. Esta tarea laical que lo hacía a título personal hizo que naciera en ella el deseo de destinar su casa para el servicio de los demás.
 
El Padre Colin conoció al hijo de Lidia, Xavier. Él respetó mucho al Padre, pues veía su completa entrega al servicio de la parroquia. El Padre Colin gozaba de una gran reputación por su labor misionera hecha en el Ecuador, pero en la parroquia nunca se la conoció, sino hasta que llegó el momento de su despedida. Ya mayor de edad, tenía problemas físicos en su cadera que le impedía caminar con soltura, pero que a pesar de eso nunca claudicó en su tarea misionera y dio ejemplo de servicio a Dios y al más necesitado.

XAVIER JUNTO AL PADRE COLIN MACINNES

El Padre Colin aparece en la vida de Xavier cuando él cursaba el segundo año del programa de espiritualidad MAGIS V. MAGIS es un programa de formación espiritualidad que la Comunidad de Vida Cristiana (CVX) abre a sus miembros a lo largo de toda américa latina. En ese año se estudiaba la historia de la vida de la iglesia.
 
Xavier participó de la vida pastoral de la Parroquia Santa Teresa de Jesús mientras el Padre Colin estuvo. Primero como catequista y luego como Vicepresidente Parroquial. Pudo ver el enorme trabajo que su madre hacía y la inmensa consideración que todos la tenía. Las conversaciones que compartió con el Padre Colin ayudaron mucho a madurar la comprensión de Xavier de lo que realmente es la iglesia, de su servicio, los vicios presentes en la tarea pastoral, así como sus oportunidades de mejora. Entendió que el servicio transciende todo deseo personal y que para que sea efectivo debe ser desinteresado, sostenible y muy apegado a las necesidades reales de la persona a que va.
 
Tras el periodo de servicio compartido con su hijo Xavier junto al Padre Colin, Lidia recae en su salud, falleciendo el 31 de octubre de 2017. La noticia conmocionó a todos. Pero su recuerdo, ejemplo de vida y legado quedan presente en la mente de quienes la conocieron. En su entierro asistieron muchas personas, fue algo multitudinario. La Iglesia Santa Teresa de Jesús se hizo presente despidiendo a una de sus servidoras más querida.
 
Tras la muerte de Lidia, Xavier mantuvo el compromiso de terminar la casa y convertirla en un lugar de servicio.

Es así como se da inicio a Casa de Lidi, un proyecto empresarial con enfoque social. Su implantación busca recoger la vida de trabajo, esfuerzo y servicio que la familia Carrasco, por medio de Piedad y Lidia, brindaron al sector de Mapasingue Oeste. Una vida donde el amor a Dios, respeto a la naturaleza, el espíritu emprendedor, la actitud de servicio, la solidaridad y el empeño por el progreso ha sido la característica presente a lo largo de los años y es parte del espíritu de la familia.

CUARTA GENERACIÓN DE LA FAMILIA CARRASCO


 
















































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































 
 
 





























































































































































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